Madrugada. Arriba, la luna sigue en su deslavado desnudarse de la luz azul que la viste. La oscuridad le perdona las cicatrices y le ofrece, generosa, otro velo para su impudicia. Abajo, la sombra se acurruca en el último rincón de su desvelo...
Subcomandante Insurgente Marcos
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